Con la miel en la boca...
Un día te levantas y resulta especial, especial porque el perro se ha meado y eso nunca había pasado. Pero llega la noche y ¡¡walá!! te das cuenta que no has visto nada, que quizás esta vez si sirvan tus ganas de querer, y es que claro, mis ganas de querer no es nada raro, es más siempre hay alguien a quien querer, el problema es que no suele ser correspondido.
Avisada quedas, avisada quedas de que un día volverás a llorar. No haces caso, y estás muy muy ilusionada, cualquier cosas que te recuerde a él siempre está bien. Recuerdo algo que... umh.. su olor y su brazo izquierdo, que dos cosas tan insignificantes para unos y que apreciado por mi y quizás alguien más, era como que te daban la vida
Qué mal se siente una ahora... al pensar que este será otro más de los que pudieron ser.. y no fueron
Hay que vivir, y vivir sin miedo. Saborear, y llenar el mundo de oportunidades :)
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